"Espacio para la música y la palabra... Separadas o juntas"

"Hay veces en las que el silencio es la mejor de las palabras y de las músicas que un ser humano puede llegar a necesitar"

jueves, 12 de abril de 2012

Qué bonito nombre tienes...

La felicidad vuelve a estar de moda ahora...

De repente esta semana puse un día la televisión y me encontré a uno de mis eruditos favoritos de este arranque de siglo, Eduard Punset, siendo entrevistado en medio de un congreso, o algo así, en el que se disertaba sobre el tema: LA FELICIDAD...

Me he preguntado, varias veces en la vida y, aunque parezca mentira, de un modo bastante serio, ¿qué es la felicidad? ¿Soy feliz? ¿Cómo podría serlo más aún? ¿La felicidad es una sensación, un estado de ánimo pasajero, diversos momentos puntuales hilados y vistos de una forma positiva? ¿Es una perspectiva vital?...

Realmente, y a pesar de todo, sigo sin poder "definir" la felicidad como tal de un modo absoluto; o, digamos, tajante o dogmático. Si alguien me pregunta que si soy feliz... Mmmmm... Pues tendría que decir que sí; pero con matices. Esas "pequeñas que no molan" realmente sí que son momentos puntuales, más que un estado de ánimo general, pero a veces impregnan tanto lo que digo/hago/pienso/siento, que me da pena (a posteriori) dejar entrever cierto hastío en mi vida.

Creo en la felicidad. La defiendo como meta o fin útlimo en la vida. Es más, no entiendo una vida que no vaya orientada a ese fin... Y no lo veo como una moda pasajera; sino que, tal vez, en momentos cómo éstos debemos darle a nuestra felicidad una buena dosis de realismo; y ser conscientes, pese a "todo lo malo" que nos rodea, que se puede ser feliz.

Tratando de sacar una lectura positiva, creo que todos tenemos el "potencial suficiente" para ser felices en nuestro día a día; pero no todos tenemos las "herramientas" necesarias para poder construir nuestra felicidad. En ese sentido, tal vez mi capacidad de autocrítica me proporciona más disgustos que alegrías; pero también me ayuda a darme cuenta de las carencias de algunas personas que me rodean. Me da cierta pena, aunque duermo muy bien todas las noches, por toda esa gente que tiene un desequilibrio importante entre esos pilares que deben equilibrarse para tener "a raya" a la felicidad:

AMBICIÓN-SUEÑOS-POSIBILIDADES-CONFORMISMO-REALIDAD

Me sabe a mal, el hecho de comprobar que no todo el mundo es lo suficientemente capaz de ser sincero consigo mismo y llegar a ser capaz de "auto-echarse la bronca" de vez en cuando (lo cual, me parece una de esas "herramientas indispensables para ser feliz"). Supongo que el nivel de autosuficiencia (emocional) de cada uno depende de ese nivel de sinceridad y coherencia entre pensamientos, sentimientos y vida. Yo, personalmente, creo que la autosuficiencia es buena, pero tiene un límite. Y, tal vez, es ése el límite que cruzan de golpe los suicidas cuando se ven, de repente, solos con sus pensamientos e incapaces de asumirlos. Pero creo que es muy positivo el hecho de ser capaz de "echarse uno mismo la bronca" antes de que otros sean capaces de hacerlo. Te ayuda a mejorar, a ser más capaz de hacerlo y, por tanto, a ser feliz...

Ahora que ya pasó un poco el "boom" de los psicoanalistas, los psiquiatras de diván y, hasta cierto punto, de los psicólogos también, conviene no dejar de lado esa parte de nuestras vidas que "regula" nuestra felicidad y que no depende de nada externo, sino de nuestra propia capacidad de "contemplar objetivamente nuestra existencia"... Difícil, ¿verdad?


No hay comentarios:

Publicar un comentario